[índice de contenidos de cosmología]: [resumen][introducción][el principio cosmológico][el universo en expansión][El significado de la expansión][La dinámica de la expansión y el problema de la masa oscura][El universo primitivo][Conclusiones][Poscriptum][Bibliografía]
En el principio Dios creo la radiación y el ylem. [Entonces Dios empezó a dar nombre a los elementos] y con la excitación del momento, Dios olvidó crear el número cinco, y por eso no pudieron formarse elementos más pesados.
Dios estaba muy contrariado y primero quiso contraer el Universo de nuevo, y empezarlo todo desde el principio. Pero eso sería demasiado simple. Así que, siendo todopoderoso, Dios decidió corregir su error de la manera más imposible.
Y Dios dijo: "hagáse Hoyle". Y allí apareció Hoyle. Y Dios miró a Hoyle...Y le dijo que fabricara los elementos de cualquier forma que a él le complaciera.
Y Hoyle decidió fabricar los elementos pesados en las estrellas y esparcirlos a todos lugares mediantes las explosiones de supernovas.
George Gamow (incluído en su autobiografía My World line)
La historia del descubrimiento e interpretación de la radiación cósmica de fondo (de ahora en adelante RCF) es un perfecto ejemplo de la curiosa manera en que progresa la ciencia. Lemaître fue el primero en especular sobre la física y los posibles residuos observables de las primeras fases del universo en expansión:
"la evolución del mundo puede ser comparada a una exhibición de fuegos artificiales que acaba de finalizar: algunos residuos rojos, cenizas y humo. Puesto en funcionamiento a partir de estas bien enfriadas cenizas, vemos el lento desvanecimiento de innumerables soles y tratamos de rememorar el desaparecido fulgor que dio origen a los mundos".
La búsqueda del origen
de los elementos químicos llevó a la gente a
considerar la posibilidad de que la materia hubiera atravesado una
fase densa y lo bastante caliente para producir reacciones nucleares
que pudieran haber construido los elementos. Subrahmanyan
Chandrasekhar (1910-95), astrofísico norteamericano de origen
hindú y premio Nobel, junto a su colaborador L.R. Henrich
concluyeron en 1942 que si la materia ha alcanzado el equilibrio
térmico a una densidad de ~107 g/cm3 y a
una temperatura de ~1010 K y si las abundancias de
elementos ligeros fueron congeladas en ese punto a causa de la rápida
expansión y enfriamiento del universo, entonces las
abundancias relativas de los elementos más ligeros (hidrógeno
y helio) estarían en razonable acuerdo con las observaciones.
También en la década
de los cuarenta, George
Gamow (1904-68) puso énfasis en que el modelo de
equilibrio térmico de Chandrasekhar era cuestionable puesto
que no consideraba la alta tasa del expansión y la variación
de la eficiencia de las reacciones nucleares dentro de un
material que se enfría continuamente15.
En otras palabras, lo cálculos de Chandraskhar no eran
dinámicos. El primer paso en esta dirección lo dio el
propio Gamow, junto a Ralph A. Alpher (n.1921), en un famoso artículo
de 1948 conocido como el artículo "abg"
donde el nombre de Hans
A. Bethe (n.1906) fue añadido en la firma para completar
la simetría "Alpher, Bethe, Gamow", una muestra del
ya legendario sentido del humor de Gamow. En el escrito se sugería
que los elementos fueron construidos mediante una rápida
captura de neutrones que se convertían en protones mediante
desintegración beta. Este análisis usó
la sección eficaz16
de captura de neutrones de ~1 MeV
de energía que había sido hecha pública al final
de la Segunda Guerra Mundial, en un ejemplo de uso pacífico de
las investigaciones que se llevaron a cabo en Los Alamos, dentro del
proyecto Manhattan.
Gamow
y Alpher pensaron que ésta había sido la manera en la
que habían sido creados todos los elementos químicos. Y
esto sigue siendo cierto, aunque actualmente se sabe que este proceso
no fue más allá de los primeros elementos de la tabla
periódica. Los elementos químicos más pesados
fueron formados más tarde, en el interior
de las estrellas. Gamow, sin embargo, no prestó atención
a un hecho de importancia capital para una posible predicción
susceptible de comprobación experimental: sus cálculos,
llevado un poco más lejos de lo que Gamow lo hizo, predicen la
existencia de un campo de radiación que baña el
universo y equivalente al generado por un cuerpo
negro en equilibrio térmico que se encontrara a una
temperatura de unos 4 K. En 1948 Alpher y Robert Herman (n.1922)
corrigieron algunos errores en los cálculos de Gamow e
hicieron la primera estimación numérica de la
temperatura del campo de RCF, de unos 5 K.
Las abundancias de elementos que predicen los cálculos de nucleosíntesis primordial dependen drásticamente de la densidad de bariones. En la figura se muestran las abundancias relativas de Helio, Deuterio y Litio. La banda amarilla muestra el rango que permite las observaciones actualmente: obsérvese que ya es un hecho extraordinario que las observaciones se ajusten con tanta precisión a la teoría. Esto implica -según la indeterminación de la constante de Hubble- una densidad de bariones en algún lugar entre una centésima y seis centésimas de la densidad crítica. |
En la década de los cincuenta y en los primeros años de los sesenta, la imagen de Gamow-Alpher de los primero estadios del universo no fue del todo olvidada. Un ejemplo es un artículo de Gamow de 1956 sobre "La importancia de la Radiación Térmica en Cosmología". Sin embargo, éste no fue ampliamente discutido y la atención se había trasladado a la formación de elementos en los interiores estelares, en parte porque el proceso de captura de neutrones señalado en el artículo "abg" era efectivo sólo hasta el 4He, puesto que los núcleos siguientes de 5 y 6 nucleones son inestables, y en parte porque el Modelo de Estado Estacionario17, donde nunca había existido un tiempo en el que el universo fuese caliente y denso, era generalmente aceptado en aquellos días.
Había, sin embargo, algunas primeras pistas muy notables para la validez del escenario de Gamow-Alpher. Una era el creciente reconocimiento de que la abundancia de helio en las estrellas y en las nebulosas gaseosas es sorprendentemente uniforme, sugiriendo la presencia primigenia de este helio, anterior a la formación estelar. Otra pista era la temperatura de excitación del cianógeno interestelar. El cianógeno es una molécula formada por un átomo de carbono y otro de nitrógeno que ha sido detectada en nubes interestelares, que se encuentran en la línea de visión de alguna estrella, gracias a líneas espectrales que indican la rotación de algunas de estas moléculas que parecen estar en equilibrio con un campo de radiación equivalente a una temperatura de 2,3 K, según cálculos de A. McKellar en 1941. Esta temperatura es del mismo orden que la estimada por Alpher, pero la conexión entre estos dos cálculos no fue reconocida hasta después de que se hubiera propuesto una explicación para el origen de la RCF.
La evidencia directa de que hubo un universo primitivo de alta densidad y temperatura podría ser la detección de la RCF. Este punto fue reconocido independientemente y alrededor de la misma época (a principio de los sesenta) por Robert Henry Dicke (n.1916) de Princeton y por el grupo de Yaakov Borisovitch Zel'dovich (1914-87) en Moscú. Doroshkevich y Novikov (del grupo de Zel'dovich) señalaron en 1964 que uno podría encontrar un límite de la temperatura de la RCF que sería de gran utilidad, utilizando los informes publicados por los laboratorios Bell Telephone de su radiotelescopio situado en Holmdel, New Jersey. El radiotelescopio Holmdel fue usado en el experimento del satélite Echo como parte de los primeros intentos de comunicación vía satélite. Estudios detallados de las propiedades de ruido del telescopio y del equipo receptor llevaron a detectar un exceso de ruido que era, según palabras textuales del propio informe "algo mayor que el exceso esperado por la contribución de los lóbulos posteriores18 de una antena similar". Doroshkevich y Novikov interpretaron la descripción de las propiedades de ruido de la antena como un límite superior a la temperatura de la RCF de ~1K. Pero para este valor de la temperatura de la RCF, la abundancia de helio esperada por el modelo de Alpher-Gamow parecía irrazonablemente elevada.
La
antena de los laboratorios Bell era un instrumento denominado
radiómetro, un aparato inventado por Dicke como parte de una
investigación durante la Segunda Guerra Mundial en el
laboratorio de radiación del MIT. Dicke usó ese
instrumento en 1946 para medir radioondas en longitudes centimétricas
procedentes del vapor de agua de la atmósfera terrestre, o
procedentes del Sol y de la Luna, y situó el límite
superior para la contribución del la "radiación
de la materia cósmica" alrededor de 20 K. En 1964
Dicke propuso la construcción de un radiómetro que
podría ser capaz de detectar la radiación térmica
procedente de las primeras fases del universo. Pero en aquellos días,
incluso el propio Dicke se había olvidado de sus propias
medidas de 1946 y tampoco estaba enterado de los problemas con el
exceso de ruido en un radiómetro en Holmdel, a una treintena
de millas de allí. Peter Roll y David Wilkilson en la
universidad de Princenton, siguiendo la sugerencia de Dicke,
construyeron un radiómetro capaz de detectar la RCF, mientras
que el propio Dicke asignaba a P.J.E. Peebles (n.1935) la labor de
pensar en el posible significado teórico de la detección
o de la no detección de esta RCF. Esto llevó a Peebles
al redescubrimiento de los trabajos de Gamow sobre la producción
de elementos ligeros y a presentar este trabajo en un coloquio en el
laboratorio de física aplicada John Hopkins situado en
Baltimore. Allí argumentó que la temperatura de la RCF
podría ser tan alta como 10 K, lo cual podría estar
bien dentro del alcance del experimento Roll-Wilkinson. Estas
palabras fueron oídas por un tal Ker Turner, presente en el
coloquio, y transmitidas posteriormente a Bernie Burke, quien junto
con Turner transmitieron la predicción de Peebles a la
institución Carnegie en Washington (entonces un centro de
radioastronomía), y de allí partió la noticia
hacia Arno Penzias y Bob Wilson en los laboratorios Bell Telephone en
Holmdel.
Penzias y Wilson estaban intentando usar el radiotelescopio de Holmdel (ver fotografía a la derecha) para fines astronómicos, pero eran incapaces de entender un exceso de ruido que algunas veces de presentaba en el instrumento. Un posterior encuentro entre los grupos de Princeton y Holmdel los llevaría a la conclusión de que el origen del exceso de ruido era probablemente extraterrestre. Puesto que el exceso de ruido era claramente isotrópico, es decir, que no dependía de la dirección en la que la antena fuera apuntada, esta medida fue interpretada por el grupo de teóricos de Princeton como una detección directa de la RCF. En una entrega del Astrophysical Journal de 1965 aparecía un breve articulo de Penzias y Wilson anunciando humildemente un exceso de ruido en su antena equivalente a una radiación isótropa de 3,5±1 K de temperatura medida a una longitud de onda de 7 cm. |
En el mismo número se publicaba la interpretación teórica del grupo de Princeton con Dicke a la cabeza. En el artículo no se hacía mención alguna a los trabajos de Gamow, ni a la predicción de 1948 de Alpher y Herman. Sin embargo la deuda con éstos sería reconocida posteriormente por Peebles, primero en su ya clásico texto de 1971 "Principles of Physical Cosmology" donde reconoce la labor de Gamow, y más tarde, en 1993, con su nueva edición donde evalúa de una forma concisa y brillante los hechos históricos que condujeron al descubrimiento de la RCF y que es fuente principal de este escrito (Peebles 1993).
El descubrimiento de Penzias y Wilson fue sin duda uno de los hechos más importantes de la ciencia del siglo XX, y sin embargo las maneras de actuación de teóricos y experimentadores ante la cuestión de la RCF como reliquia de un universo primigenio denso y caliente no deja de sorprender a propios y extraños. El libro de Steven Weinberg "Los tres primeros minutos del universo" contiene una interesante digresión histórica sobre este punto. Además, este libro, publicado por primera vez en 1977, que no pretendía ser un tratado técnico sobre el universo primitivo, estaba suficientemente bien escrito por un prestigioso físico teórico como para interesar a científicos profesionales y es, casi con seguridad, el único libro de divulgación que es citado a veces en revistas especializadas. Fue el propio Weinberg quien acuñó el académico nombre de Modelo Estándar, traído de la física de partículas, al modelo del Big Bang al que ridiculizaba Sir Fred Hoyle (n.1915) a principios de los cincuenta cuando inventó este grotesco calificativo. No cabe duda de que la actitud de Weinberg cambiaría la forma de pensar de la comunidad científica, que unos años antes no estaba dispuesta a tratar con seriedad cuestiones acerca de los primeros estadios del universo, y que en 1978 decidían poner un imprimatur al Modelo Estándar concediendo el premio Nobel a Penzias y Wilson, trece años después de su descubrimiento.
Unos cuatro meses más tarde del descubrimiento de Penzias y Wilson, el radiómetro de Roll y Wilkinson detectaba radiación isótropa a una temperatura de 3.0±0,5 K en una longitud de onda de 3,2 cm. La consistencia con el resultado de Penzias y Wilson, a una longitud de onda unas dos veces mayor, fue un dramático test positivo de la interpretación de una radiación térmica primordial. Las futuras medias de la radiación a diferentes longitudes de onda eran consistentes en general con una distribución de Planck, aunque aparecerían algunas discrepancias que provocarían aluviones de artículos con posibles interpretaciones teóricas.
La espectacular confirmación de que el espectro de la RCF es uno de los más hermosos ejemplos jamás encontrados en la Naturaleza de una distribución de Planck de cuerpo negro, se produjo en 1990. Tras un detallado análisis de los datos proporcionados por el satélite COBE (Cosmic Backgroun Explorer), se pudo fijar la temperatura actual de la RCF con gran precisión en 2,728±0,02 K. |
|
Variación de la intensidad de la RCF (en mJy/Sr) con respecto a la frecuencia (×1011). Las barras representan errores experimentales. El trazado continuo representa el mejor ajuste de una distribución de Planck. Como vemos, el acuerdo es espectacular. |
El satélite COBE fue lanzado el 18 de noviembre de 1989, con tres instrumentos de alta sensibilidad a bordo cuya construcción había sido propuesta por tres grupos dependientes de la NASA en 1974, y con el poco modesto objetivo de revolucionar nuestro conocimiento observacional en cosmología. Y lo consiguieron, convirtiendo a esta misión científica en una de las más rentables de la astronomía espacial, al lado de misiones como International Ultraviolet Explorer (IUE) o IRAS (Infra-Red Astronomy Satellite). Después de presentar la primera medida directa de las fluctuaciones de la radiación cósmica de fondo, George Smoot, director científico del proyecto, en un arrebato de misticismo científico, terminaba su libro "Wrinkles in Time" ("Arrugas en el tiempo") con las siguientes palabras:
"El concepto religioso de la creación surge del asombro ante la existencia del Universo y el lugar que ocupamos en él. El concepto científico trasluce un asombro similar: estamos impresionados por la simplicidad última y el poder creativo de la naturaleza física, y por su belleza en todas las escalas"
Pero COBE
dejó demasiados interrogantes abiertos, pues su resolución
angular, así como su sensibilidad eran demasiado pobres para
ver en los mapas estructuras suficientemente significativas. Nuevas
misiones como MAP y PLANCK
ya están aventurándonos en la nueva Cosmología
del siglo XXI.
índice
principal de Cosmología
Notas
15. Sería muy largo y fuera de mi objetivo inicial el explicar todas las nociones que implican el estudio detallado de los estadios del universo donde se dio la nucleosíntesis primigenia. Remito el lector al libro de Weinberg, "Los tres primeros minutos del universo" donde se explica todo esto de una manera magistral. Un pequeño resumen de los principales mecanismos de reacciones puede verse aquí. Regresar
16. La sección eficaz de captura está relacionada con la distancia a la que se tiene que aproximar dos partículas para quedar atrapadas por efecto de su propia interacción. Regresar
17. El Modelo de Estado Estacionario tiene como base lo que se conoce como Principio Cosmológico Perfecto, que establece que el universo no solo tiene que ser homogéneo espacialmente sino también temporalmente. Esto significa que el universo ha tenido la misma apariencia en cualquier tiempo que consideremos, por lo que en este modelo no tiene sentido hablar de ninguna fase inicial densa y caliente.Regresar
18. Una antena de radio presenta una máxima
sensibilidad a la detección en una determinada dirección
del espacio, que habitualmente coincide con el eje central de
simetría de la antena. A medida que nos alejamos de este eje
de máxima sensibilidad, ésta disminuye con la distancia
angular de una manera característica que se conoce como
lóbulos principales (pues la representación de esta
variación tiene forma de mitad del símbolo infinito).
Sin embargo, existen efectos de borde que crean lóbulos
secundarios. Algunos de estos lóbulos pueden estar situados en
la parte posterior de la antena, presentando ésta una
sensibilidad residual a señales que llegan por la parte de
atrás de la antena, las cuales producen una contaminación
de la señal.Regresar
índice principal de Cosmología
Copyright 1996-2004 Pedro J. Hernández