El significado de la expansión
[índice de contenidos de cosmología]: [resumen][introducción] [el principio cosmológico] [el universo en expansión][El significado de la expansión][La dinámica de la expansión y el problema de la masa oscura] [El universo primitivo] [Conclusiones][Poscriptum] [Bibliografía]
Cuando Einstein introdujo en 1917 su modelo relativista de un universo estático, casi nada de lo expuesto anteriormente era conocido, por lo que no es sorprendente que fuera considerado una posibilidad viable. Hubiera sido un paso sencillo, matemáticamente hablando, pasar de un su modelo al de un universo en expansión. El hecho de que Einstein no hiciera mención alguna a la posibilidad de la expansión, y por tanto de que su idea de un espacio-tiempo estático era una hipótesis ad hoc, nos da una buena idea de cuan revolucionario era este último paso. Ahora sabemos que un universo estático tiene problemas conceptuales, aparte, claro está, del hecho observacional de que el universo se expande. Si la Relatividad General es válida, una distribución estática de masa es gravitacionalmente inestable, por lo que, incluso con el actual grado de homogeneidad, no persistiría mucho más allá del tiempo de una vida de una estrella de tipo solar (un análisis reciente más exhaustivo de Barrow et al. 2003 propone que la situación es algo más compleja). La misma situación se presentaba dentro de la teoría newtoniana pero, a diferencia de Einstein, éste parecía consciente del problema. En su Óptica de 1704 se preguntaba: "¿Qué impide que las estrellas fijas caigan las unas sobre las otras?". La respuesta que dio Newton a este dilema fue que en un universo infinito no habría centro y por tanto no existiría un lugar especial hacia donde se dirigiría el colapso de la materia:
"Pero si la materia estuviera distribuída a través de un espacio infinito, ésta no podría reunirse en una masa; sino que una parte podría reunirse en una masa y otra parte en otra, hasta producirse un número infinito de grandes masas, dispersadas a grandes distancias una de la otra a través de todo el espacio infinito. Y así podrían haberse formado el Sol y las estrellas fijas, asumiendo que la materia fuera de una naturaleza "lúcida". (La referencia a la materia "lúcida" se refiere a la creencia de Newton de que el Sol y las estrellas estaban hechas de una materia diferente a la que se encuentra en la Tierra).
Newton cometió un error de razonamiento: en un espacio infinito ¡sí que la materia puede colapsar sobre sí misma uniformemente a través de todo el espacio y sin elegir un centro determinado!, contrariamente a lo que podría indicarnos la intuición.
En 1917, de Sitter exploraba en un artículo las implicaciones astronómicas del modelo de Einstein. En él señalaba que era posible otra solución de las ecuaciones de campo de la Relatividad General para un universo que es homogéneo, isótropo y cuya ecuación de campo fuera la misma propuesta por Einstein. La solución de de Sitter requería que la densidad de materia del universo fuera despreciable, es decir, que el universo fuera esencialmente vacío. El modelo predecía un desplazamiento al rojo de los objetos lejanos que aumentaba con la distancia, el que fue denominado efecto de scattering de de Sitter. La posible constatación de este efecto fue lo que llevó a Hubble a sus fructíferas observaciones de la relación entre desplazamiento al rojo y distancia. Pero la evidencia observacional era la de un universo que estaba lejos de ser vacío. Esto podría ser un fuerte argumento a favor de la solución de Einstein de un universo lleno de materia, pero los datos tampoco encajaban. La solución de este callejón sin salida fue divulgada en 1930 por el sacerdote y astrónomo belga Georges Édouard Lemaître (1894-1966).
Nacido el 17 de Julio de 1894 en Charleroi, Bélgica, Lemaître prestó servicios en la Primera Guerra Mundial donde ganó medallas al valor. De personalidad más bien agresiva, fue expulsado de la clase de preparación militar por desafiar una respuesta incorrecta de su maestro en un problema de balística. Durante una tregua en la guerra, Lemaître leyó un libro sobre cosmología de Poincaré y quedó impresionado por los desafíos que éste planteaba. En 1927 publicó en una desconocida revista belga la que ahora es la aceptada solución de un universo lleno de materia en expansión, originalmente investigada por el físico ruso Alexander Friedmann en dos artículos: uno de 1922, donde se ocupaba del caso de un universo con una geometría cerrada del mismo tipo que la del modelo de Einstein, y otro en 1924 donde estudió el caso de una geometría abierta en un universo infinito en eterna expansión. Entre 1927 y 1933, Lemaître esbozó la más antigua versión de la teoría del Big Bang. La llamó "la hipótesis del átomo primitivo". Sugería que el universo había nacido de un solo cuanto de energía y trató, sin éxito, de interesar a Einstein y de Sitter en su teoría. En 1927 buscó a Einstein en la Quinta Conferencia Solvay de Bruselas a fin de defender sus ideas, pero Einstein estuvo brusco y seco: "sus cálculos son correctos, pero su visión física es abominable". El viejo maestro de Lemaître, Sir Arthur Stanley Eddington (1882-1944), probablemente el científico más influyente de la época, tampoco estaba dispuesto a hablar de comienzos cósmicos. En un artículo de Nature de 1931 escribía: "Filosóficamente, la noción de un principio para el presente orden de la Naturaleza es repugnante". El 9 de mayo de 1927, Lemaître publicaba sus ideas en la revista Nature, en una misiva que ha sido llamada a veces "la carta magna de la teoría del Big Bang". Cinco años más tarde, Eddington rectificó su actitud publicando un manuscrito que le había entregado Lemaître y que había convenientemente archivado, lo que constituyó un signo definitivo de aprobación.
¿Qué se entiende por un universo en expansión?. La expansión no es más que el incremento con el tiempo de la distancia entre cualquier par de galaxias lejanas. Se suele utilizar para representar este hecho la analogía de un globo donde hemos pintado una serie de puntos a modo de galaxias. La goma podría representar al espacio y a medida que inflamos el globo los puntos se alejan unos de otros.
Pero el lector debería tener cuidado en llevar
esta analogía demasiado lejos. Algunas personas plantean
inmediatamente por qué no todos los objetos se están
expandiendo: por ejemplo ¿por qué no
aumenta la distancia entre el Sol y la Tierra?. La respuesta
corta es que los sistemas unidos bajo la fuerza gravitatoria no están
en expansión debido a que el efecto gravitatorio local domina
sobre la tendencia a la expansión. Por ejemplo, la galaxia
Andrómeda, que se encuentra a unos dos millones de años
luz de distancia, está unida gravitacionalmente al Grupo
Local de galaxias, del que nuestra Vía
Láctea forma parte. Andrómeda no se está
alejando de nosotros, sino que de hecho se acerca a una velocidad de
unos 100 km/s (con algunas posiblidades de colisión dentro de
unos 3 mil millones de años).
Otra interpretación posible de la expansión
sería que se está creando continuamente espacio entre
las galaxias, pero esto nos confunde más que aclararnos las
ideas. Podemos desde luego seguir haciendo cosmología con el
mismo poder de predicción sin plantearnos este tipo de
cuestiones, al igual que podemos estudiar la cinemática
de un proyectil sin entender en profundidad lo que es el espacio,
el tiempo o la gravedad. A todos nos intriga
el significado profundo del tiempo, del espacio y de todas estas
cuestiones, y por supuesto es un reto para la ciencia el profundizar
en el conocimiento de estos conceptos, que de hecho es a donde nos ha
llevado la Relatividad General. Pero la
ciencia tiene que basar sus predicciones en magnitudes que podamos
observar, es decir, que nuestras definiciones tienen que ser
operacionales.
La
definición de expansión del universo es
operacionalmente muy concreta y precisa: "el universo se
expande en el sentido de que dos galaxias distantes se alejan con una
velocidad de la forma v = dD/dt = H D, donde D es la
distancia entre las galaxias y H la constante
de Hubble en cualquier instante
de la vida del universo". Aquí hay varias cuestiones
fundamentales que aclarar:
¿Qué queremos decir con "dos galaxias distantes"?. Dos galaxias que no estén unidas gravitacionalmente. Normalmente las galaxias forman parte de cúmulos y éstos a su vez se agrupan en supercúmulos. Por tanto resulta comprometido cuando tenemos que medir la velocidad de expansión, si además tenemos velocidades peculiares de las galaxias relativas al centro de gravedad del cúmulo del que forman parte, e incluso la velocidad peculiar del propio cúmulo con respecto al centro del supercúmulo al que pertenece. De esto se deduce que el trabajo observacional tiene más triquiñuelas de la que podría parecer a primera vista.
¿Qué entendemos exactamente por distancia en un universo dinámico y con una geometría diferente de la habitual?. La distancia que aparece etiquetada como D en la expresión anterior representa a una magnitud que no se puede medir. Imagínese el lector una cadena ideal de galaxias típicas que yacen cercanas unas a otras a lo largo de la línea de visión entre nosotros y una galaxia lejana, y supongamos que en mismo instande de la vida del universo cada observador mide la distancia a la galaxia que tiene más próxima de una forma trivial, como enviando una señal de radar y esperando su rebote. Sumando todas esas subdistancias obtenemos la distancia etiquetada por D que denominamos distancia propia o distancia física. Ahora bien, nuestras distancias observables son aquellas que inferimos de los diámetros aparentes, de la luminosidad aparente o del desplazamiento al rojo que presentan las galaxias. Por lo tanto, lo mejor que puede hacer un cosmólogo observacional es eliminar la distancia D y relacionar las cantidades observables como el diámetro aparente, la luminosidad aparente y el desplazamiento al rojo.
¿Qué ocurre cuando la distancia es suficientemente grande para que la velocidad v = dD/dt de alejamiento de una galaxia sea igual a la velocidad de la luz?. ¿Estamos ante una violación de la Relatividad Restringida?. La distancia D a la que la velocidad de expansión se extrapola hasta la de la luz es conocida como radio de Hubble y es de uno 4,000-5000 Mpc (depende por supuesto del verdadero valor de la constante de Hubble). Esta esfera de Hubble delimita la parte del universo donde las galaxias se alejan del observador a mayor velocidad que la de la luz de la parte sublumínica. Este hecho no viola el principio de relatividad restringida, puesto que esa velocidad superrelativista consiste en realidad en la suma de velocidades relativas de observadores cercanos situados a lo largo de la línea que conecta las galaxias, cada uno de los cuales ve que la relatividad restringida describe perfectamente lo que ocurre en su inmediata vecindad (una manera rápida y rotunda de decirlo es: ¡olvídese de la Relatividad Especial en este contexto y piense desde la Relatividad General!. De hecho, ¡existen velocidades superlumínicas también en Relatividad Especial!). En principio, aunque parezca poco intuitivo, se pueden observar galaxias situadas más allá del radio de Hubble!!! (ver ejemplo). Las galaxias más lejanas que podemos en principio observar son aquellas desde las que nos ha podido llegar la luz en el tiempo de expansión disponible. La distancia a la que se encuentran estos objetos se denomina un horizonte de partículas porque los objetos que se encuentran más allá de esta distancia son inobservables aún en principio (para más detalles ver horizontes en cosmología).
Con la anterior definición de distancia, la relación v = H D es una mera definición y es válida para cualquier distancia. Pero no debemos confundir esta relación con la ley de Hubble. La ley de Hubble relaciona el desplazamiento al rojo con la distancia observable. Este desplazamiento al rojo puede ser explicado de la siguiente manera: si imaginamos un rayo de luz que parte de una galaxia lejana y tenemos en cuenta que la luz viaja a una velocidad finita, cuando esta luz llegue al observador el universo será mayor que cuando fue emitida (ver figura abajo). Por tanto, los valles y crestas de la onda de luz no llegarán con una frecuencia menor que la que tenían en el momento de la emisión, es decir, la longitud de onda estará alargada y por tanto la radiación observada estará desplazada hacia la zona roja del espectro electromágnético. Esta interpretación es completamente diferente al efecto Doppler relativista aunque ésta última sea una excelente aproximación cuando la distancia considerada corresponde a tiempos muchos menores que el tiempo de Hubble (o equivalentemente cuando el desplazamiento al rojo es mucho menor que uno). Cuando las distancias son del orden del radio de Hubble, las relaciones entre desplazamiento al rojo y distancia observada se vuelve más compleja, tal y como el mismo Hubble había sospechado.
Analogía del globo para dos instantes diferentes de la expansión del universo. Los puntos amarillos representan galaxias o cúmulos de galaxias (en general estructuras ligadas gravitatoriamente). Se puede observar la analogía de las onda de luz (en azul) estirándose debido a la expansión del universo (en rojo) como interpretación estándar del desplazamiento al rojo.
Por último podríamos
discutir la causa de que el universo se expanda. El único
atisbo de repuesta que tenemos hoy en día proviene del campo
de la física de partículas: la productiva idea de unos
primeros estadios del universo donde la expansión fue de una
manera exponencial y muy brusca, conocida como modelo
inflacionario. El modelo inflacionario llegó a la
cosmología para explicar algunos hechos curiosos que en el
Modelo Estándar no tienen explicación satisfactoria.
El problema de la curvatura nula, relacionado con la convegencia del valor de la densidad hacia la densidad crítica a medida que nos acercamos en el tiempo a la singularidad inicial.
El problema del horizonte cosmológico, relacionado con la homogeneidad del universo: si miramos en direcciones opuestas del cielo encontramos el mismo tipo de estructuras, aún cuando algunas de estas regiones no han estado causalmente conectadas. ¿Cómo se explica entonces que se parezcan tanto las unas a las otras?.
La suavidad de las perturbaciones gravitatorias que originaron las galaxias. Si estas perturbaciones hubieran sido un poco más intensas, el universo estaría lleno de objetos muertos, tales como agujeros negros y materia ultradensa. Las galaxias y estructuras que vemos hoy en día jamás se hubieran formado. Si hubieran sido algo menores el universo podría ser mucho más homogéneo y pobre en estructuras.
Por último está un problema más propio de la física de partículas que es el de la inexistencia de monopolos magnéticos.
La aparente solución de
todos estos problemas han convertido al escenario
inflacionario en un modelo muy atractivo para explicar los
primeros estadios de la expansión. Me gustaría dejar
bien claro, sin embargo, que el modelo de universo inflacionario no
es parte todavía del Modelo Estándar, entre otras cosas
porque existen muchos modelos de inflación y de momento es
imposible diferenciar observacionalmente entre ellos. Sin embargo, la
idea básica de una expansión muy rápida del
universo previa a la fase de expansión actual sí que se
está conviertiendo en una posibilidad ineludible en el
universo tempranos.
Según
este escenario inflacionario, la causa de la expansión
provendría de la existencia, en los primeros estadios de la
vida del universo de un valor muy elevado de la constante
cosmológica . Dicha constante fue introducida por Einstein
para salvar su modelo estático, hecho comentado anteriormente.
Su interpretación teórica no es muy satisfactoria, pero
valdría decir que añade un término a las
ecuaciones
de campo de la Relatividad General con un efecto repulsivo que
compensa la tendencia al colapso de la materia.
El valor de esta constante ha sido otra de las
controversias de la cosmología actual. Argumentos basado en
teorías cuánticas de campos (donde la constante
cosmológica está relacionada con la densidad
de energía del vacío) han establecido un valor de
ésta que es hasta ¡120 órdenes de magnitud! mayor
que la que se deduce de una simple evidencia
astronómica. Esta evidencia indica que el valor de la
constante cosmológica tiene que yacer muy próximo a
cero, de otra manera el universo bien hubiera colapsado sobre sí
mismo hace ya mucho tiempo si el valor fuera negativo, bien, en caso
contrario, se hubiera expandido tan rápidamente que no hubiera
dado tiempo a que se formaran las acumulaciones de materia que dieron
posteriormente lugar a las galaxias. Ésta es una coincidencia
numérica notable, que a unos hace plantear la plausible
posibilidad que, de un número que pueda tomar en principio un
gran rango de valores, y que esté observacionalmente tan
cercano a cero, y que además fue introducido innecesariamente
en la teoría, su valor sea nulo. Sin embargo, observaciones
recientes han estimado el posible valor de la constante
cosmológico en un número muy cercano a la densidad
de materia del universo, lo que intruduce una nueva coincidencia
inexplicable.
Sin embargo, existen otras coincidencias numéricas que ya fueron señaladas tan pronto como en 1937 por Paul Dirac (1902-84) y reanalizadas posteriormente por Robert H. Dicke (n. 1916) del grupo de teóricos de Princeton, lo que llevó a estos últimos a la formulación de lo que se conoce como Principio Antrópico. La versión fuerte de este principio nos dice que "el universo ha de ser tal que admita en su seno la creación de observadores conscientes en alguna de sus fases". Pero esto representa un cambio demasiado radical respecto al concepto clásico de lo que entendemos por una explicación científica, asemejándose más a la tradicional visión religiosa. Un poco más aceptable podría ser una versión más débil de este principio que podríamos enunciar como: "aquello que es factible observar está delimitado por las condiciones necesarias para nuestra presencia como observadores". Este enunciado no es más que un enunciado de un tipo de principio de selección que tendría perfectamente sentido dentro de escenarios inflacionarios (como inflación caótica de Linde) donde es posible la existencia de innumerables universos con propiedades bien diferentes. En dichos escenarios es una perogullada que sólo existirían observadores en aquellos universo que, como el nuestro, poseen condiciones apropiadas para el desarrollo de las formas biológicas superiores. Aun así, muchos piensan recurrir sistemáticamente a un principio de este tipo dentro de una ciencia empírica resultaría algo descorazonador, si no inadmisible. Una discusión mucho más detallada se puede encontrar en el artículo El Argumento del Diseño y El Principio Antrópico.
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8. El tiempo cósmico puede ser definido a través de alguna magnitud física que varíe con el tiempo de evolución del universo de la misma forma para todos los observadores que se encuentran en una galaxia típica. Esta magnitud podría ser por ejemplo la densidad media de materia o la temperatura de la radiación cósmica de fondo que baña el universo, puesto que estas magnitudes varían con el tiempo de una forma perfectamente definida en el Modelo a medida que el universo se expande.
9. Existen otros casos en astrofísica de velocidades aparentemente superlumínicas. Uno muy conocido es la aparente velocidad superlumínica de la materia que sale expulsada de un cuásar activo (conocidos como jets) cuando este material es expulsado en una dirección que está muy próxima a la línea de visión del observador. El caso es que como hay retrasos temporales en la llegada de las distintas señales luminosas, la operación de dividir la distancia aparente recorrida por el material por el tiempo que este emplea en recorrer dicha distancia no es tan obvia como aparenta en principio. Esto es lo que suele ocurrir cuando nos enfrentamos con velocidades aparentemente superlumínicas, que en realidad estamos empleando medidas de distancias y de tiempos que son aparentes y diferentes a los que implican el movimiento propio del objeto material respecto a otra referencia material, que es siempre sublumínico.
10. Conexión causal es el hecho de que algún tipo de información halla podido viajar entre un lugar y otro. Como esta información debe viajar como máximo a la velocidad de la luz, dos objetos que estén separados más de unas pocas veces el radio de Hubble, unos 3,000 Mpc, no han podido estar conectados en el tiempo actual del universo (para más detalles ver horizontes en cosmología).
11. El monopolo magnético es una partícula
cuya existencia se predice en las GUT o teorías
de gran unificación de la física de partículas.
Pero los modelos de los estados inciales del universo arrojan una
densidad de estas partículas que está muy por encima de
lo que evidencian las observaciones, que es más bien la
inexistencia de estas curiosasidades subatómicas. El modelo
inflacionario reduce la densidad de estas partículas a
aproximadamente a "una" dentro del radio
de Hubble . Curiosamente, sólamente se ha clamado la
detección de un solo monopolo en la historia de la ciencia por
un físico de origen hispano, un tal Cabrera en un día
de San Valentín. Algunos han hecho muchas bromas con esta
coincidencia anecdótica, pues ni las GUT están
observacionalmente respaldadas, ni la observación de Cabrera
es relevante. ¿O estaba Cabrera en el lugar y en el momento
adecuados para atrapar al único monopolo del universo?...
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